El poder del interés compuesto desde joven
Lucía empezó a ahorrar a los 16 años, apartando una pequeña parte de su beca y trabajos de verano. Sin fórmulas mágicas, solo constancia y fondos diversificados. Diez años después, su colchón creció gracias al interés compuesto, permitiéndole elegir prácticas mejor pagadas sin endeudarse.
El poder del interés compuesto desde joven
El interés compuesto reinvierte tus ganancias para que generen nuevas ganancias, creando un efecto bola de nieve. Empezar cinco años antes puede pesar más que aportar el doble después. La clave es la regularidad, comisiones bajas y paciencia para dejar que las curvas hagan su trabajo.